Luna de miel, uno de los momentos más esperados por los enamorados luego de concretar el sacramento irrompible del matrimonio, en muchos casos motivo de alegría, excepto para Alicia y Jordán quienes poco podrán disfrutar de su vida casados en el cuento de terror del reconocido cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo Horacio Quiroga.
Ilustración "el almohadón de plumas" Horacio Quiroga |
En esta historia bajo la voz de un narrador omnisciente se presentan los hechos ocurridos tras la boda de los personajes ya presentados. Ella, enamorada pero rebajada ante la personalidad dominante de su marido, el cual correspondía fielmente a su amor en silencio pues su condición de hombre no le permitía demostrar afecto al nivel que quisiera.
El inicio de su luna de miel fue alegre como debería serlo en cualquier caso donde el amor prime. Se encontraban en una casa con ciertos lujos, pero a la vez fría y con cierta sensación de abandono. Dentro de dicha casa Alicia comienza a enfermar y bajar de peso sin motivo aparente, lo cual preocupa a su marido quien decide llevarla a pasear tiernamente un día que se siente mejor con la finalidad de ayudar a su recuperación.
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Poco a poco el estado de Alicia empeora, Jordán no sabe cómo reaccionar, el médico no tiene respuesta. Los días pasan y al despertar su salud tanto física como mental se encuentran en una condición crítica, hasta el día en que ocurre la tragedia, por medio de "algo" que estuvo cada día y cada noche junto a ellos sin que notaran su presencia, "algo" que en silencio actuó desde las sombras a la feliz y reciente pareja.
Si quieres saber qué y cómo pasó la desgracia para los novios, te recomiendo visitar el siguiente link para leer el cuento completo y puedas presentar tus respetos al viudo, pero hazlo con cuidado, te puede pasar a ti y nunca te darás cuenta. http://ciudadseva.com/texto/el-almohadon-de-plumas/
No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
Poco a poco el estado de Alicia empeora, Jordán no sabe cómo reaccionar, el médico no tiene respuesta. Los días pasan y al despertar su salud tanto física como mental se encuentran en una condición crítica, hasta el día en que ocurre la tragedia, por medio de "algo" que estuvo cada día y cada noche junto a ellos sin que notaran su presencia, "algo" que en silencio actuó desde las sombras a la feliz y reciente pareja.
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